Reinventando las Cajas de cartón
“Tenemos el reto de educar al mercado que una caja de cartón no es un consumible más, sino un elemento clave en toda la logística”, aseguró el director general de Capsa, Manel López, quien explicó la trayectoria de la compañía de Barcelona y su fuerte apuesta por la innovación para crecer y expandirse internacionalmente.
López centró su exposición en un nuevo embalaje desarrollado por la compañía y enumeró los beneficios logísticos, comunicativos, medioambientales y de seguridad que este aporta. Se trata de una caja muy resistente, fabricada en papel kraft 100% reciclable con un sistema de doble cierre (con o sin cinta adhesiva) que facilita la preparación de pedidos, el transporte, además de su uso y reutilización como elemento de almacenaje. Permite un montaje rápido y automático que ahorra costes de manipulación, reduce el consumo de precinto y asegura mejor el contenido gracias a las solapas exteriores, las paredes reforzadas y su doble fondo.
El directivo se refirió a la satisfacción de los clientes que están utilizando la nueva caja y también al éxito que el embalaje está teniendo entre el consumidor final. “Ninguno de los usuarios ve una caja de cartón sino una solución de embalaje. Una caja de cartón se usa y se tira, pierde su funcionalidad, pero con nuestra innovación hemos notado una mayor predisposición a la reutilización, por lo tanto estamos contribuyendo a la sustenibilidad”, aseguró. En este sentido, López detalló algunos de los ámbitos de aplicación de este “básico” como son el packaging industrial, la logística interna e inversa, el e-commerce, la mudanza y el almacenaje.
Asimismo, el director general de Capsa habló del valor añadido que el uso de la caja puede proporcionar a una marca, asociándola la imagen de innovación y mejorando la percepción de los clientes.
Logística integral con un packaging isotérmico
El segundo caso de estudio fue la firma Inprous, creada en 2011 y especializada en soluciones de packaging farmacéutico y sanitario que garantizan la correcta distribución de productos refrigerados manteniendo en todo momento la trazabilidad y la cadena del frío. Laboratorios, centros veterinarios, hospitales, servicios de urgencias y oficinas de farmacia están entre sus clientes.
El director general de Inprous, Pere Vandellós, presentó el modelo de negocio de la compañía que, además de la comercialización de elementos de packaging de temperatura controlada, ofrece una gestión integral y sostenible de la logística para la recogida y entrega de compuestos, medicamentos o muestras biológicas refrigeradas.
Concretamente, Vandellós habló de uno de sus productos más innovadores, un embalaje isotérmico sostenible que asegura una temperatura constante entre 2 y 8 ºC como mínimo durante 100 horas, independientemente de la época del año y de las condiciones climáticas exteriores. Este embalaje no requiere su transporte en vehículos refrigerados, sino que puede hacerse en una flota normal –con el ahorro energético que conlleva–. Asimismo, cada caja incorpora un data logger que proporciona al cliente una gráfica de la temperatura durante todo el envío.
Como vemos, la industria de las cajas de carton siguen evolucionando aunque parezca que son lo mismo desde hace años.
El segundo caso de estudio fue la firma Inprous, creada en 2011 y especializada en soluciones de packaging farmacéutico y sanitario que garantizan la correcta distribución de productos refrigerados manteniendo en todo momento la trazabilidad y la cadena del frío. Laboratorios, centros veterinarios, hospitales, servicios de urgencias y oficinas de farmacia están entre sus clientes.
El director general de Inprous, Pere Vandellós, presentó el modelo de negocio de la compañía que, además de la comercialización de elementos de packaging de temperatura controlada, ofrece una gestión integral y sostenible de la logística para la recogida y entrega de compuestos, medicamentos o muestras biológicas refrigeradas.
Concretamente, Vandellós habló de uno de sus productos más innovadores, un embalaje isotérmico sostenible que asegura una temperatura constante entre 2 y 8 ºC como mínimo durante 100 horas, independientemente de la época del año y de las condiciones climáticas exteriores. Este embalaje no requiere su transporte en vehículos refrigerados, sino que puede hacerse en una flota normal –con el ahorro energético que conlleva–. Asimismo, cada caja incorpora un data logger que proporciona al cliente una gráfica de la temperatura durante todo el envío.
Como vemos, la industria de las cajas de carton siguen evolucionando aunque parezca que son lo mismo desde hace años.
Fuente: Residuos Profesional
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